Hotel Cecil ANTES 
Hotel Cecil en la ACTUALIDAD
En 1927, el Hotel Cecil de Los Ángeles (actualmente conocido como Stay on Main) abrió sus puertas con 700 habitaciones decoradas en estilo Art Deco, destinadas a atraer y entretener a los hombres de negocios. Ubicado en 640 S. Main Street en el centro de Los Ángeles, no pasó mucho tiempo antes de que el hotel fuera víctima de los tiempos difíciles que golpearon durante el comienzo de la Gran Depresión. Situada cerca de Skid Row, el área circundante se pobló con más de 10,000 personas sin hogar que viven en un radio de 6,4 kilómetros (4 millas).
La situación local de las personas sin hogar no era el único problema que enfrentaría el hotel. Las historias de suicidios, asesinatos y asesinos en serie que se registraron durante la noche convirtieron este edificio de 19 pisos en un lugar del que se habla más por su historia espeluznante que por su hospitalidad. En sus 90 años de historia, el Hotel Cecil se ganó la reputación de ser uno de los lugares más espeluznantes para alojarse en los Estados Unidos.
La muerte de Elisa Lam
En 2013, la estudiante universitaria Elisa Lam apareció muerta y desnuda en un tanque de agua en la azotea del Hotel Cecil, Los Ángeles. Su ropa se encontró cerca. El espantoso descubrimiento se realizó después de que los invitados se quejaran de la baja presión del agua. El forense mencionó la muerte de Elisa Lam como un ahogamiento accidental , pero los eventos que rodearon sus últimas horas fueron tan misteriosos que llevaron a muchos a especular que algo más siniestro estaba en juego.
Lam había viajado sola desde Vancouver a Los Ángeles y desapareció poco después de registrarse en el hotel. La policía publicó imágenes de CCTV de Elisa Lam en el ascensor del hotel y su comportamiento fue bastante perturbador. Parece estar en pánico mientras presiona los botones durante varios pisos a la vez y luego asoma la cabeza por las puertas, buscando algo desconocido. Luego se esconde en una esquina del ascensor e incluso en un momento parece estar hablando con alguien fuera de cámara. Cuando las puertas no se cierran, ella sale del ascensor y no vuelve a aparecer. Existen varias teorías sobre su muerte. Desde que era perseguida por un asesino potencial hasta que sufrió un episodio bipolar maníaco.
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Elizabeth Short La Dalia Negra
En 1947, una madre y su hijo pequeño se encontraron con el cuerpo desnudo de la aspirante a actriz Elizabeth Short, de 22 años, en el barrio de Leimert Park de Los Ángeles. El cuerpo de Short estaba tan mutilado que al principio se creyó que era un maniquí. Estaba completamente cortada por la mitad de la cintura. Su rostro fué cortado desde la boca hasta las orejas, creando un efecto conocido como la sonrisa de Glasgow. El cadáver se lavó a fondo, drenado de toda sangre y «posado», con las manos sobre la cabeza y las piernas abiertas. A pesar de que sufrió una brutal mutilación, no apareció ninguna mancha de sangre en la escena y el asesino nunca fue capturado.
Se cree que vieron a Elizabeth Short por última vez en el Hotel Cecil poco antes de su asesinato, tras un paseo por Los Ángeles. Quería su gran oportunidad en Hollywood y era conocida por frecuentar bares donde se reunía con productores que podían asegurarle una película. En cambio, se hizo famosa por razones muy diferentes y siniestras.
Conoce la historia completa de la Dalia Negra
Richard Ramírez «El Acosador Nocturno»
Richard Ramírez “El acosador nocturno” se ganó su apodo al acechar las calles de Los Ángeles y San Francisco de 1984 a 1985, en busca de víctimas inocentes para matar. Un satanista conocido , usó pistolas, cuchillos, un machete, una llanta de hierro y un martillo para asesinar a sus víctimas. Sus crímenes fueron tan siniestros que el juez describió los asesinatos como «crueldad, insensibilidad y crueldad más allá de cualquier entendimiento humano».
Durante su sádica ola de asesinatos, según los informes, Ramírez a menudo se hospedaba en el Hotel Cecil. Las habitaciones costaban 14 dólares por noche. El área alrededor del hotel se conocía como un lugar frecuentado por los adictos, por lo que Richard Ramírez acechando las calles a altas horas de la noche no habría causado demasiadas sospechas. Murió en el corredor de la muerte en la prisión de San Quintín a los 53 años en 2013.
Jack Unterweger
El periodista y asesino en serie austriaco Jack Unterweger fue huésped del Hotel Cecil a principios de la década de 1990 y asesinó a 11 prostitutas en Viena, Praga y Los Ángeles. A menudo las estrangulaba con su propia ropa interior, entre 1990 y 1992. Su primer asesinato fue en 1974, aunque lo liberaron como un prisionero “resocializado” con éxito.
Unterweger se hospedó en el Hotel Cecil mientras trabajaba para una revista austriaca escribiendo historias sobre el crimen en Los Ángeles. Podría usar su condición de reportero para asegurar viajes con el LAPD y conducir por áreas que pronto se convertirían en escenas de crímenes de su propia creación.
Unterweger estranguló a sus víctimas, utilizando una ligadura distinta. Se convirtió en el principal sospechoso de tres homicidios en el área de Los Ángeles, y finalmente lo arrestaron en Miami. En 1994, en Austria, le condenaron a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. La noche de su sentencia, se ahorcó tras las rejas, aplicando el mismo nudo que usó para estrangular a sus víctimas.
Paloma Goldie
El asesinato sin resolver de «Pigeon Goldie» Osgood todavía persigue al Hotel Cecil hasta la fecha. La telefonista jubilada Pigeon Goldie era un rostro reconocible en todo el hotel, ya que protegía y alimentaba a las palomas locales en la cercana Pershing Square. En 1964, apareció muerta en su habitación del hotel: agredida, apuñalada y estrangulada. En la habitación saqueada, la policía encontró su gorra de los Dodgers de Los Ángeles y una bolsa de papel llena de alpiste.
Arrestaron a Jacques B. Ehlinger, de 29 años, como principal sospechoso. Algunos testigos lo vieron caminando por Pershing Square con ropa manchada de sangre. Le acusaron del asesinato, pero posteriormente limpiaron su nombre. Esta fue la última muerte ampliamente reportada en el hotel hasta que se descubrió el cuerpo de Elisa Lam en 2013.
George Gianinni
Una de las muertes más extrañas en el Hotel Cecil fue la de George Gianinni, de 65 años. En 1962, Pauline Otton, de 27 años, estaba discutiendo con su esposo separado en una habitación en el noveno piso del hotel. Después de que el esposo de Otton se fue, ella escribió una nota de suicidio y saltó de la ventana al pavimento de abajo. Desafortunadamente, Gianinni caminaba directamente debajo y Otton aterrizó sobre él. Ambos murieron instantáneamente.
Cuando la policía llegó por primera vez a la escena del crimen, inicialmente pensaron que se trataba de un caso de doble suicidio, sin embargo, Giannini todavía tenía las manos en los bolsillos, lo que era inconsistente con una caída de nueve pisos. Después de mucho trabajo policial, se descubrió la verdad de que se trataba de un suicidio que había provocado una muerte accidental.
Bebé por la ventana del Hotel Cecil de Los Ángeles
En 1944 quitaron la vida trágicamente a una de las víctimas más jóvenes del Hotel Cecil. Dorothy Jean Purcell, de 19 años, se hospedaba como huésped en el hotel cuando arrojó a su hijo recién nacido por una ventana. Purcell no sabía que estaba embarazada y se despertó en medio de la noche con dolores de estómago cuando dormía junto a su pareja, el vendedor de zapatos Ben Levine, de 38 años. No queriendo despertar a Levine, fue al baño y dio a luz al bebé ella misma.
Purcell creyó que el niño estaba muerto y fue entonces cuando se deshizo del cuerpo desde una gran altura. El bebé sin vida apareció en un techo adyacente al edificio. Arrestaron a Purcell pero después de que los psicólogos determinaron que estaba «mentalmente confundida«, finalmente la declararon no culpable por razón de locura.
Suicidios en la década de 1930
En 1931, un invitado, WK Norton, de 46 años, fue encontrado muerto en su habitación después de ingerir cápsulas de veneno. Aunque este fue el primer caso de suicidio en el Cecil, no sería el último en esa década.
Al año siguiente una criada encontró a Benjamin Dodich, de 25 años, en una habitación. Estaba muerto por una herida de bala autoinfligida en la cabeza.
En 1934, el ex sargento del Cuerpo Médico del Ejército, Louis D. Borden, fue encontrado con la garganta cortada. Había escrito varias notas sobre el suicidio mientras estaba en la habitación.
En 1937, el cuerpo de Grace E. Magro fue descubierto envuelto en los cables telefónicos después de que ella saltó desde una ventana del noveno piso.
Un año después, el cuerpo del marine estadounidense Roy Thompson, de 35 años, fue encontrado en el tragaluz de un edificio cercano después de que él también saltara de su habitación.
En 1939, el oficial de la Armada Erwin C. Neblett fue encontrado muerto después de ingerir veneno; tenía 39 años.
Estas muertes fueron solo algunos de los suicidios que ocurrieron durante la Gran Depresión. Decenas de miles de estadounidenses se quitaron la vida a fines de la década de 1930, creando el nivel más alto registrado hasta la fecha: más de 150 por millón al año en 1937 y 1938.
Grandes Arrestos en el Hotel Cecil de Los Ángeles
En 1976, Jeffrey Thomas Paley, de 26 años, compró un rifle, subió a la azotea del Hotel Cecil y disparó 15 tiros a la calle de abajo. Poco después de los disparos, Paley fue arrestado.
Por suerte, nadie resultó herido por los disparos. Después de su arresto, el ex paciente mental afirmó que nunca tuvo la intención de dañar a nadie. Solo quería demostrar lo fácil que sería para alguien, incluso una persona con problemas de salud mental, comprar un arma de fuego.
Esta no sería la primera vez que la policía tiene que responder a un posible asesino en el Hotel Cecil. En 1988 arrestaron al vendedor de 28 años Robert Sullivan en el hotel cuando apareció el cuerpo de la enfermera Teri Francis Craig de 32 años en la casa que había compartido con Sullivan durante siete años. Sullivan fue solo otro nombre agregado al último de los asesinos a sangre fría que se registraron en el hotel.
Actividad Paranormal en el hotel Cecil de los Ángeles
Uno de los eventos espeluznantes más recientes que tuvieron lugar en el Hotel Cecil de Los Ángeles fue cuando un joven de California capturó una aparición fantasmal con su cámara en 2014. La imagen parece mostrar una figura transparente de pie en la repisa fuera de una ventana en el cuarto piso de el edificio.
La foto pronto fue recogida por varios medios de comunicación, y el posible fantasma se relacionó rápidamente con el espantoso pasado del Hotel Cecil.
El joven fotógrafo dijo a los periodistas: “Cuando miré esa ventana, me pareció un poco espeluznante, y luego se la mostré a mi amigo y él se asustó un poco. Todavía me asusta «. También afirmó que la foto le estaba causando muchas noches inquietas.
El hotel Cecil se considera durante todo este tiempo como uno de los hoteles más embrujados de Los Ángeles. Este hecho atrae a cazadores de fantasmas y buscadores mórbidos durante todo el año. Se cree que muchas de las apariciones están relacionadas con la gran cantidad de suicidios que han tenido lugar dentro de los muros de Cecil, ya que las almas de los espíritus no han podido seguir adelante.